viernes, 30 de noviembre de 2007

Un correo electrónico

A Julián

(...) mis abuelos son de tigre-sanfernando, mis bisabuelos vinieron: unos de las islas canarias y los otros del libano y los otros son re criollos, originariamente vascos. particularmente me siento más identificada con esa rama, soy re vasca, por donde me mires...aunque mis ojos y ojeras son medio libaneses y mi color de piel medio de isla. mi bisabuelo critobal fue un gran chef, pero gran gran, fundador del restaurante del hotel hermitage de mar del plata. quizás por ahí viene algo de todo esto que soy y de el vasco de la carretilla, guillermo larregui, mi condición de cabeza dura incurable. la historia de guillermo es muy interesante, en la próxima te la cuento, fue el primer larregui en venir a la argentina y estaba re chapa.

a mi casa volví recién en el 2005, casi después de diez años, para ver eso precisamente, cómo estaba. lo curioso fue subirme al auto, agarrar panamericana y llegar. yo era muy chica, pero tenía el camino incorporadísimo y llegué sin tropiezos. estacioné el auto, me bajé con los ojos tristes, miré para todos lados. la calle seguía siendo de tierra, las casas eran más lindas, la mía no, la mía estaba fea, gris, con el eucaliptus de uno de los portones talado y con el árbol más lindo del mundo exterminado. teníamos un álamo, hermoso, no como los álamos de buenos aires. era un álamo que crecía desde el suelo, como si fuera un gran arbusto, como los del sur, que se hunden en el lago y el tronco desaparece, por eso: como un gran arbusto que se clava en el cielo. el álamo no estaba más y no pude evitar llorar. cuando me asomé por el cerco me paralizó el ladrido de un rotwailer y la pileta estaba a medio llenar y agrietada. había juguetes y hamacas. toqué el timbre sin pensarlo dos veces pero nadie me atendió. si alguien hubiese salido no tenía ningún discurso armado, quizás un "hola, soy cecilia, vivía acá hace diez años", esperando una amabilidad inhóspita y quizás una recorrida más detallada. pensé también, que frente a la desconfianza de los nuevos dueños, podría contarles la distribución de la casa para que verificaran que no estaba mintiendo y sugerirles, tímidamente que probablemente en el tronco del árbol de moras que estaba al lado del canil de mi perro, todavía estuviera una chinche color rosa que yo había martillado con esmero y fuera de una nena de ocho años. pero nada de eso pasó porque nadie escuchó el timbre. volví al auto a buscar un cigarrillo. era invierno. lo encendí y camine por lugones (mi lugones de tierra- henry ford 314. tel: 032752409-) hasta la rotonda. las casas eran las mismas, pero en una, la más grande, donde antes había triciclos y bicicletas en la entrada, ahora no había nada de eso, sino un tema de los redondos saliendo de alguna de las habitaciones. pensé que quizás esos chicos que eran chicos hace diez años habían crecido y que probablemente no se habían mudado. pasé esa casa, caminé una cuadra y llegué a la asfaltada (así le decía yo), estaba igual. en la asfaltada aprendí a andar en bicicleta y a manejar (a los nueve años, con un almohadón en el asiento del sierra gris topo porque no llegaba a ver por encima del volante). caminé unas cuadras antes de llegar a la colectora y el castillo también estaba. sobre la asfaltada, de mano izquierda había un castillo, estilo medieval, básico, que en los ochentas fue ocupado por una comunidad gay y hay muchas historias sobre él. en ese lugar me encontré, porque en ese lugar crecí. son muchas cosas: la tana (el almacén), nati (de natividad, no de natalia) la vecina, piedrabuena el casero (otra historia más que interesante para contar en otra oportunidad), la pileta, el asado, los mosquitos, los grillos, los bichitos de luz encarcelados en un frasco de café dolca, el off, el kerosene, la leña, baldear la galería, jugar a perderme en el bosque un día de tormenta (nada de muñecas), canciones de silvio sonando mientras mi viejo cocinaba, el aire, el pasto, las hojas, la tierra, la madera, eso: soy una piba de tierra, de uñas sucias, de pies negros, de pelo con cloro, ojos rojos, picaduras de mosquitos. soy eso, no esto. o quizás un poco de esto y mucho de eso, hoy más de diez años después. somos bichos adaptables, pero si me dan a elegir... (...)

jueves, 29 de noviembre de 2007

De: Los miércoles llueve.

En el piso de arriba de la confitería hay una pensión de damas rosadas y de buena moral, según otra convención.
Las persianas fueron blancas, después grises y descascaradas a medio abrir. No le interesa y prefiere dejarlo para otra historia.
Les fleurs du mal, Matisse, Baudelaire, Francia y Paris siempre estuvo tan lejos. Rue des Arts, una postal.
Retoma, se torna pelirroja con trenzas, un casco con cuernos le cubre los ojos; tiras finas de cuero de cabra le atan las muñecas. ¡Bárbaros! –Nos mudamos a Noruega, allá hace frío, y llueve, y moja, y niebla densa.

martes, 27 de noviembre de 2007

dato.

hoy soñé que me encontraba con jennifer williams en la calle y me quería pegar.

lunes, 26 de noviembre de 2007

Dos es...

querer hacer reír a alguien que uno quiere, de eso se trata, che.



De los mandados

violeta, miguel, el amor, la pizza, el helado, la cerveza, la vida, el consorcio, el andamio, el sueño, la farmacia, saavedra, flores, río cuarto, el congreso, los bailes, faina, cívico, la ideal, lo mejor de clarín, los sobrinos nietos, los funerales, los audífonos, el alzheimer, la hache, alfredo, elena, la droguería, los padres, el secundario, el bajo, el zorro gris, el registro, los picaflores, el club, los buenos partidos, las hijas únicas, las madres re únicas, el piano, la pibita del segundo, dorita, el horno, el mantel como el de venenito, el sexto grado, las corredoras, los perfumes, mi domingo por la noche.
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sábado, 24 de noviembre de 2007

Intermedio - Williams llegó a tu kiosco!

hoy al mediodía, después de comprar mi pasaje a quito,
llegando a la esquina de cosme beccar me acordé de sol.
y del verano, del malhumor, de las enfermedades.
de los días de mierda, de los amigos, de los miedos.
me pareció darme cuenta de eso, de la bronca, de las ganas de
viajar.
de no aguantar un rato más, de querer que...basta! (es una mujer
gorda, loli)

llegaba a la esquina y el kiosco de revistas.
la playa, las preguntas, el verano, los autodefinidos!
dieciséis pesos en autodefinidos; creanme que eso es mucho.
pero en el más barato, en realidad en un ESPECIAL de sopas de letras, la foto católica y sanisidrensemente grasa de jennifer williams en la tapa.
¿qué más puedo pedir? ahora vamos a tener risa para rato.
gracias, williams, gracias.


p.s. sol, esperáme con bizcochos que estoy llegando con un kit antidepresión marca ACME.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Skip James - Devil got my woman




vayan sacandole brillo al tejo que llega
el hitaso del verano. escuchalo antes que nadie en zamba de mi.

martes, 20 de noviembre de 2007

Calor, Off, Jelly Roll Morton y mmm.

las tardecitas en la vereda manoteando mosquitos.
la música que sale de la ventana del comedor.
los chicos de Esther en la esquina tramando algo.
la silla turquesa con pintitas en la puerta.
el mate, el repasador, la pava en el piso.
el cielo ahí va cambiando, esos colores raros
lindos, sí.
Manolo va cerrando el taller, guarda el último auto.
Carlos estaciona el colectivo y le pega un mangueraso.
Dolores en la cocina haciendo pollo al horno con papas.
de entrada: melón con jamón y un vermú.
yo paso corriendo del comedor al living, del living a la vereda.
me freno, me miro al espejo, el pelo mojado.
me gusto.
salgo a la calle.
cuántos mosquitos che.
sí, cuántos y qué lindo, qué calor, qué bueno estar en patas.
los chicos en la esquina.
yo, la nieta, en la vereda prestada, los chicos tramando.
febrero, es.
mmm...carnaval!
los chicos algo, yo visita.
Carlos dejó la manguera hace cinco minutos.
yo me acerco.
los chicos a mi.
guerra.
yo manguera.
chicos bombitas.
cómo nos reímos.
me gusta el barrio.
Rivadavia catorce cincuenta
entre Lavalle y Belgrano.
Pepe viene de los de las tías
pero antes frena en el quiosco de Juanita.
chicles, me compra chicles de tutti frutti, los de la jirafa.
mmm...rico! gracias abuelo!
para después de la cena.
desde ya.
el agua pasó, los mosquitos jaja, no. para nada.
ahora es momento de...
.
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¡pajarito nuevo es!
Ramiro sos vos.
Ramiro se pone a contar en la columnita de los Guevara.
los Guevara son muy... tienen buen gusto.
un,
dos,
tres... Fede atrás del citroën...
cuatro,
cinco, seis,
siete,
ocho, nueve, diez... Matías entre la ligustrina y cartel de Juanita,
once, doce, trece,
catorce, quince,
dieciséis, La Tana acurrucada detrás de su madre, ¡gran madre!
dieciocho, diecinueve (este es el número que a ella le gusta),
Chechi subida al guadabarros del colectivo... mmm si la viera Carlos.
veinte. punto y coma y el que no se escondió se re jode.
¡tonto! yo no estaba arriba del guadabarros, ¡que aprenda a espiar!
atrás de la rueda de adelante y sin un pie encima.
cómoda en mi oficio de espía. camino lento sin hacer ruido...
¡¡¡pica para todos mis compañeros ramirotonto!!!
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¡A comeeer!
ufa, ¿ya?

lunes, 19 de noviembre de 2007

pedido

anonimatos no
por favor no
que me vuelvo loca
y me pongo a escuchar a alberta hunter

pero: qué linda música.

domingo, 18 de noviembre de 2007

topiario

volver por el mismo barrio
con las tipas arriba
descontroladas
las grietitas de la baldosa
de martín coronado al cuatrocientos
el sol de las siete menos veinte
las manos nerviosas que piensan
de más en esa bicicleta intercambiable
el libro en el bolso
la birome
la libreta
los pañuelos
el banco de la plaza falsa
los chicos fumando por primera vez
la guitarra monocorde
la nena en triciclo rosa
las zapatillas
el suéter
las mediecitas
todo
rosa
la familia dando una vuelta
al perro con bozal quirúrjico
el perro
lleno de lagañas
esas cosas comunes
las garitas
las hojas de verde artificial
las mujeres con hijos
los bancos vacíos
la plaza cercada
el monumento limpio con ojos rojos
el pasto creciendo
las avispas
siete menos cuarto
otro sol
el camino más corto
martín coronado
la curva
la curda
la esquina
escribir tan mal
los verbos en infinitivo
el desagrado
un mate frío
un noviembre tan extraño

sábado, 17 de noviembre de 2007

Aca Seca. Maricon




letra y musica de juan quintero.

sábado con king kong

él me había dicho que tenía que ver esa película, que a pesar de mi fisic du rol de crítica mal paga me iba a gustar.
no me gusta que la gente como él tenga razón.
para nada.
maldición.
era de noche. ahora:
la tele se apaga. siempre se apaga la tele cuando no quiero que se apague. no todavía. me levanto y miro a la calle como esperano verlo, a él, al que hoy detesto (que tenga razón). no sé por qué lo hago, para qué.
mensaje.
algo parecido a la angustia. se me acelera la respiración, me tapo la cara con un almohadón y lloro.
duración: poco menos de un minuto.
¡Agh!
todo tan gratis y una palabra que, claro, no entendí.

jueves, 15 de noviembre de 2007

buenas intenciones



pensaba un lugar en donde las mujeres se depilaban menos las cejas
no se pisaban los pies al hablar
comían pochoclo agridulce y tomaban vino tinto.
...............................................................................................................
en casa de mi abuela, la viva, las alacenas son rojas
y eso es lo único que me gusta de mi abuela

Janis




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miércoles, 14 de noviembre de 2007

la hija del chocolatero

A la a. María, la que falta. La muertita. La más joven de once hermanos. No cosía, no cocinaba, no daba clases de caligrafía a lo chicos del normal de San Fernando ni regaba los malvones del fondo. Se quedaba quietita, sentada en la mesa de la cocina a esperar que algún día la silla, el armario o el televisor perdieran su forma o que la mugre los empezara a envolver en un breve rapto de solidaridad y así, quizás, buscaba el plumero para agregarles un poco más de polvo.

A la e. Cinética del tiempo, no todo tan ligero, mediodía adentro y a la tardecita haciendo vereda de Ituzaingo sin acento viendo como jugaban los chicos de la de enfrente. La Ñata le sacaba la silla roja del pasillo de las habitaciones y así se quedaba María, esperando que los kebbes estuvieran servidos. María era hija de Zara Miguel Kairúz y cómo rezaba.

A la i. Íntimamente, los domingos se llevaba tomos de la británica a la terraza para ojear los dibujos y contar los hilos del encuadernado. Se regodeaba viendo como las hormigas caminaban sobre los párrafos y ¡zas! una menos; o con aires de fuga saltaba la medianera, clavando los ojos en un árbol que florecía hacia abajo y que le gustaba llamarlo Catalpa. María no tenía rasgos libaneses.

A la o. Sólo para mostrarse interesante en la hora que languidecía el mate, María presentaba analogías bíblicas mientras las demás sulfilában un vestido de novia o un nuevo saquito prèt à porter. Ellas, las demás, impecables siempre. María en cambio, en la niebla de un encontronazo; con un gesto simple desmoronaba el protocolo y se bañaba en repelente para mosquitos. María usaba soleros azules.

A la u. Ultraje al ocio. Gozaba de su tierra. Orfandad de amante, su asilo: la cama. Desquiciada opresión de los célibes. El hombre, la guitarra de monjita del cuarenta y dos, los zapatos marrones con hebilla, las medias amarillitas. María, la que falta.

tevé interruptus

un taxista llamado deseo.

- bestia loca!!
- enana liberal!!

martes, 13 de noviembre de 2007

victoriana

  • revitalizar las anomalías de los malvones
  • llamar a la abuela loli el cinco de marzo de mil novecientos noventa y ocho
  • comprar la cajita de acuarelas
  • recoger el orégano de la mesa del fondo (hoy no hay sol)
  • ¿señor, me convidaría un cigarrillo?
  • usar el diccionario
  • rotoscopiarte el corazón
  • volver a uno (uno)

El libro

chiquito
seis hojas, nueve por quince
chiquito.
tres mujeres, un hombre
una hija
un río
el mar.
fotografías de
el amor que no fue
el encuentro
la vergüenza
la exageración por si acaso
el amor.
hoy que sigue siendo lluvia:

¿viste cómo llueve?
estoy viéndolo.
te gusta su respuesta.

lunes, 12 de noviembre de 2007

Axioma

(...) Entre montañas, esteros, otras sonrisas, otros hombros, ahí están mis manos jugando, un poco tímidas, entre tanto calor y almohadones.

Martes, 13 de marzo

Nota azul. Tres semanas para componer una rapsodia. Los almanaques están destruidos, los arlequines despintados, cartas de tarot de regalo sobre la mesa: Arlequín Aquitarot. Introducción un poco grandilocuente para nuestra historia, pero me da gracia y eso es válido. No sé bien qué es la noche o qué pasa de noche, mientras se escucha el barrer de los adoquines, el zumbido de alguna usina, un coche volviendo de una fiesta. La sombra inquieta del araucaria, los faroles modernos, sonidos desarmados. Qué tarde dormíamos. Los ojos rabiosos de sueño, bostezos cómplices, mis ojeras prominentes, tu piel tan blanca (...)

en off

el cuento inédito
la (letra que falta) palabra-objeto

construcciones que caen
noche--en-tu-ausencia
(línea troquelada) voces de mí.

esperar tu risa
negra
querer explotar en veintiséis versos
(el talento) un trazo
oscuro
fino
dispar-ate contra la evolución estúpida de mis palabras

te doy mi aplauso (puesto en la cama)
las ganas infantiles de querer
hoy
el recuerdo de tu verano
los saltos de la tierra
mi memoria gris.

domingo, 11 de noviembre de 2007

be-bop


"¿También llueve en su casa?, dice él. No, lo pregunto porque bien podría suceder que lloviera en mi casa y no en la suya. No me sorprendería, por otro parte. En su casa, nunca hay tormenta, sería demasiado hermoso. ¿De qué habla?, dice Cécile.

Ella se había metido en la cama con Bill Shakespeare. Las alegres comadres, es muy graciosa, a continuación leerá Como gusten, una almohada contra la espalda, muy quieta, arrellanada cerca de la lámpara, acurrucada a su vez contra una pequeña radio-despertador, sintonizada en France Musique, a la hora del jazz, ¿por qué no?, pensará él, un poquito, el tiempo necesario para sentir que piensa en él mientras él piensa en ella, eso no hace mal a nadie, uno se siente menos solo, luego volverá a sumergirse en Como gusten, y tropezará inevitablemente con la famosa réplica, diciéndose vaya, había olvidado que estaba allí dentro, le pregunto si en su casa también hay tormenta"

.christian gailly.

de domingo

un cuerpo libre de nicotina
también: te quiero.


de tarde es así como te mataría: te cuelgo de los pelos,
hablamos sobre la psicología en la poesía de un uruguayo y
cuatro pelos.


te
arranco


cinco golpes en la espalda
uno, beso
dos marías
tres aves


mojadas, desplumadas cuatro horas antes
olla hirviendo
cinco cucharaditas de sal.
beso y

te
dejo
maricón.