martes, 29 de julio de 2008

viernes, 25 de julio de 2008

Guantes Negros

¡Está la comida en la mesa! A ver, viejo, si van viniendo, che. Eso, delen, vamos que se enfría.
¡Ah!, no, no sabes lo que fue. ¡Por dios! Pepa, pasame la ensalada. Estábamos ahí nomás de tocar; salimos del coso, ahí en Paraná y bueno, me dice “no, acá está el parrillero esperándolo, Juan. No, está todo listo acá, la parrilla, tiene que venir”. Le digo “no, yo estoy con unos sanguchitos, usted sabe que yo antes de trabajar no puedo comer tanto porque después tengo la panza llena y no puedo cantar”. “No, no, tiene que venir, tiene que venir”, ahí se ve que se corta la comunicación y se cortó. Al rato, vino el remisero; me vino a buscar al club. Me lo mandaron, ¿entendés?, “soy el remisero, lo llevo sí o sí”, me dijo el hombre. ¡La puta madre! Voy para allá, está Francisco en la puerta, y Francisco, como te dije antes, es un tipo gordo, grandote, gigante es y: “Uy, Juancito”, me dice. “¿Y qué pasó, Francisco?”. “¡No!”, dice. “No, acá está el parrillero, lo va a atender; ya está todo servido para usted”. A la mierda, la puta madre… Y había una chica, ahí, al lado de Francisco. “Juanito”, dice, “te vamo’ a presentar a Karina”, dice, “esta linda rubiecita que trabaja acá conmigo, dame la mano”. Y yo la miro a Karina, le doy la mano, y la Karina tenía guantes negros y yo le veo…veo que cuando hace así, le doy la mano, veo que tiene guantes negros y le doy la mano: “Un placer, Karina, hola, ¿cómo estás?” y bajo la mano. Me dio la mano y no sentí nada. Y yo no sentí nada, sentía acá, viste, era como que sentí así, pero pensaba después “no la sentí”. Dije, “la puta que lo parió” y como se fue, me quería buscar la mano; se fue y nunca más, ¿viste? Bueno, saludo ahí a un montón de parroquianas de la comisión; me muestran la parrilla, me muestran el club, la cancha de fútbol, es todo en una manzana gigante, y me llevan a la esquina del club donde había otra parrilla gigante más y ahí vamos a comer. Voy hablando, así, así, así, este…el parrillero, todos cholulos ahí. El artista, que el folklore, que la doma, que qué sé yo qué hacen en el club. Me cuentan cosas del club, del músico y de grupos, de bandas y de artistas, todas esas boludeces, mientras yo trataba de mostrarle al grupo que estaba cenando, como un tarado. Tenía la panza así, este…una cosita así comí yo. “Bueno, con esto ya estoy, basta”, digo yo, “basta, no como más” y quedó dos mil kilo’ de asado.
Dulce, pasáme un poco de uva. Bue, el parrillero llega y vino un par de pibes a buscar bebidas que había ahí, para allá. “Este…decíle a María”, que se llamaba la mujer del parrillero, “no, porque…” dice, “no, porque quería hablar con vos, quería estar un rato con vos charlando y acá estamos tranquilos”, dice. Viene la mujer y otras cholulas más boludeando de la comisión, de lo otro, de las tortas fritas y las rifas, y todas esas pelotudeces que hacen en el club, ¿no? Y le digo, “linda gente acá, Francisco”, digo yo. Ahí entra una comisión de…de chicas y este… “¡Ah, claro!, la chica que me presentaste; yo quería saber…”, le digo. “¡No!”, dice. “No, no, ella no es de la comisión”, “¡Ah!, ¿no es de la comisión?”. “No, no, trabaja en la comisión pero yo, aparte, le doy una mano”. Porque, ¿cómo se di…, cómo es, este…? No sé si me dijo si se le murieron los padres, no sé qué mil bostas me contó, pero tuvo un accidente. “¡Ahí está!” me dije yo. “¿Qué pasó?”. “Y… Se cortó la mano”. “¡Cómo que se cortó la mano! ¡¿Con qué se cortó la mano, si yo…yo le di la mano?!”. “¡No!” me dice, “se le enroscó la mierda esa… ¿cómo se dice? La pastera y le cortó; quedó así”. Esto es lo que yo sentí, porque se cortó estos tres dedos, y lo que yo sentí fue esto, por eso, una cosa tan rara, y no, ¡no sentí la mano! Una cosa rara tenía. Sí, sí, se ve que tenía algo en el guante porque la palma no la sentí, para mí se cortó así; así se habrá cortado.
Después la vi a la chica, devuelta; estaba con la pareja, pero ahí ya no le busqué la mano porque el otro me había contado que quedó así, que quedó con estos dos dedos, y… Se habrá cortado ahí.
Pero mirá, fue intrigante, casi una hora pensando qué carajo, a qué, ¿quién carajo me dio la mano?, y si era mano o era una cosa extraña. No, no, un cago de risa, esas boludeces que me pasan en la calle, ¡qué bárbaro! No, no, pero cuando le di la mano me quedé medio uy, “¿qué toqué?” ¡Qué bárbaro!

-Gracias P-

martes, 22 de julio de 2008

De Berazachussetts

"El volantero se sentó frente a ella en el suelo, con las piernas cruzadas, invocó el nombre de Renzo y, rápidamente, simuló,unas convulsiones. Luego se acercó a besar los pies de la mujer, a subir por sus pantorrillas y a levantar su falda. No estaba nada mal para la edad que tenía. 'Cómo te extrañé, Susana', decía el volantero. 'Renzo, ¿sos vos?' 'Sí', respondía el hombre bajándole la bombacha y atrapado en la pollera como en una planta carnívora. '¿Seguro que sos vos?' 'Sí, mi amor...sí' 'Me lo jurás, ¿no? A ver...¿cómo se llamaba nuestro gatito?' 'Chispita, qué sé yo... no jodás con eso ahora o te reviento de un tortazo...' Susana perdió la desconfianza. La estaba acariciando su maridito. [...]"

Leandro Ávalos Blacha
Berazachussetts
Premio Indio Rico - Estación Pringles

¡Excusa- guay!

-Burn out o cabeza quemada-

Hasta que no termine de rendir finales, mi cabeza se verá imposibilitada de reproducir cualquier sintagma digno.

domingo, 13 de julio de 2008

Domingazo



.not today.

¡Sí, Fidel, sí nos gusta la pachanga!

Fiesta Efímera
Viernes 18-07 ------- $8
Tragos 2x1 hasta la 1.30h

Club Atlanta
Humboldt 400 (a 4 cuadras de Corrientes y Dorrego)
Organiza 2ºEFP- El Coreto- Circo Escuela

jueves, 10 de julio de 2008

Caprichito fotográfico










  1. La Doña con su negocio de helado de paila, cerca de Plaza de la Independencia, Quito. (Pitu)
  2. Brochetas en "Chioza", Montañita. (Pitu)
  3. Yo, maravillada con el Quilotoa, Zumbahua. (Pitu)
  4. The tereré and Pitu, Montañita, Guayas. (Chech)
  5. Fajitas, mercado de trueque, Cañar. (Chech)
  6. Tormento en Itchimbía, Quito. (Sol)
  7. Las Larregui en Yaku, Quito. (Sol)
  8. Marieta, La tía y Toña, mi sobrina candombera, La carolina, Quito. (Sol)

miércoles, 9 de julio de 2008

One Take

David Ford - Go to hell

lunes, 7 de julio de 2008

Mujeres

Domingo de tarde.
Dos amigas se sientan a la mesa en una cocina.
Somos Sol y yo, tomamos mate.
En realidad ella toma café con leche y yo...



Está bueno tener amigos como Sol.
Sol te cuida, te prepara sánduches de pan frances, queso y dulce de frambuesa.
Ella sabe.



Y la tarde es fea. Super gris.
Llueve de a ratos
y Fermín se trepa entre las rejas de la puerta, llorando,
pero Sol no lo deja entrar porque sabe que le tengo miedo a los gatos siameses.



Cuando llegué ella se estaba termiando de bañar.
Susana y yo nos sentamos en la mesa del comedor.
Charlamos de Josefina, La abuela.
Ella, sin saber, pone play a un cassette de Silvio; Mujeres.



Yo la escuchaba a Susana; triste yo, triste ella.
Su madre está internada y por eso está mal.
Yo, un fin de semana de perros.
Sol, una pesadilla conmigo de protagonista y la angustia;
no llegué a atender su llamada del sábado
estaba comiendo chau mien, perdoname.



Y ella y yo nos miramos un rato.
Sol tiene cara triste porque yo...
y como lo que me preparó y tomo mis mates fríos
mientras le hablo de él,
del hombre que amo profundamente
y es ahí cuando me doy cuenta de que el domingo no es tan feo.



Dos amigas que se quieren.
Un mate y un café.



Nosotras y la mitad del mundo

miércoles, 2 de julio de 2008

En la vida misma...

¿Que para qué sirve el teorema de pitágoras en la vida cotidiana, Susana Gimenez?

*Para saber que cruzando de vereda a vereda, en diagonal, te vas a ahorrar unos segundos.

*Para saber que si estás parado en 9 de julio y Corrientes, muerto de frío, y tenes que llegar a Plaza de mayo, tu mejor elección será tomar R. S. Peña y no: Corrientes hasta San Martín.

De todas formas:
Querido pequeño, no lo uses para la primera opción porque podría acabar con tu vida misma. usá la senda peatonal.