viernes, 14 de marzo de 2008

Montañita desordenada

Los amos de casa

Nueve días en lo de Juancho, argentino nacido en Monserrat y criado en Cuidad Evita. Hace diez años ya que vive en Montañita.

Juancho vive con Anahí, se novia cubana. Anahí hace tres años que vive en el Ecuador y ya no lo soporta un día más. "La gente es muy inculta", me dijo una noche mientras lavaba los platos.

Jorge es el arregla-tutti del lugar. Jorge es cubano también pero no tiene queja alguna sobre el país. Jorge le da al tabaco y a la caña manabí todo el día.

Jorge también le da a otras cosas y es un habilidoso cazador de ratas envenenadas.





Montañita es un lugar lleno de ratas

(grandes ratas)



Los perros

Pucho: el malo guardián de Juancho. Pucho es de una raza que no conozco. en realidad sí pero no la recuerdo, además de que no me gusta eso de las razas. es negro, con ojos chiquitos y una bocasa enorme llena de dientes afilados. Pucho me re-conoce y me quiere como yo a él. Lo tienen mucho tiempo atado, eso me entristece pero se ve que los visitantes carnavaleros se lo pueden afanar. Una desgracia (sería).

Pucho tiene primos

Meteoro: un labrador que no se acostumbra al calor de la costa aunque disfruta de sus horas de nado en el mar pacífico. Meteoro es un gran perro, es el perro de Anahí, ella lo ama y se le nota en los ojos cuando le habla.

Meteoro tiene una hermana que vive en lo del vecino carpintero, en la vereda de enfrente. no recuerdo su nombre pero es una perra bien viva, debería llamarse Chispita. Le ladra a las ratas que viven en el pozo del tanque de agua.



El techo compartido

Tin: duerme en la plata baja o en su defecto hasta donde lo dejen sus piernas cuando llega a la mañana, la silla del quincho, la escalera de entrada o la hamaca paraguaya son destinos posibles. Es un gringo que hace tres meses está poseído por Montañita. Hace varios años se fugó de Estados Unidos y ahora reside en Amsterdam. Tin vive de noche, chupa que da calambre y fuma lo que venga. Tin se emociona cuando toco temas de Cash en la guitarra de Matías y cuando ponemos a Dylan en el equipo del bar. Tin está harto del reggaeton y nos quiere por eso.

Ben: es un pequeño canadiense que llegó a Montañita unos días después que yo, es puro amor y sinceridad. Ben me cae lindo, es de alma transparente. Está de viaje por sudamérica y dentro de un tiempo se viene para Buenos Aires. Ya quedamos citados para ir a ver a La bomba de tiempo en algún lugar de la capital. A Ben le gustan los sombreros panameños y me contó el origen de su nombre. A Ben le regalé una magdalena y tomamos mate viendo el primer atardecer sin nubes.



Cory: es de Florida y tiene una tonada extraña que hace que le pregunte miles de veces qué dijo porque me cuesta entenderle. Cory no se esfuerza en lo más mínimo. Lo conocí en la terminas terrestre de Guayaquil. Los dos estábamos haciendo la cola para subir al micro que nos llevaría a Montañita. Cory cargaba con una valija vergonzosamente pequeña y con un bajo acústico. Una noche se cortó la luz y nos sentamos a tocar temas de sublime, Santeria sonaba de lujo! (se permite la risa). Su propósito en el pacífico era visitar a su room-mate, un colombiano que vive en Florida y que hace surf en Montañita; éste se codeaba con los capo-capón de la comuna. Son cómicos.

Pancho y Martina: una pareja de chilenos hermosos. Llegaron a lo de Juancho una noche que yo estaba en la cocina haciendo una tara de brócoli y Martina se me acercó medio tímida preguntando por un "algo" para cocinar sus "hot dogs". Mientras se hacía la tarta jugamos al truco con sus cartas; chilenos buenos jugadores de truco, admirable. Nos acompañaron varias rondas y cervezas. Pancho luego de una visita a Buenos Aires se hizo fanático del mate así que tuvimos reserva de yerba "por las dudas".

Mariano y Matías: qué decir, dos hermanos de La Plata con los que compartimos viaje, comida, mate, playa, tejo improvisado de ostras. Mariano es un cocinero en potencia, ingeniero de profesión; Matías óptico y guitarrista errante. Nos conocimos en la terminal de Guayaquil también y desde ese momento tuvimos un acuerdo tácito de compañía.

Y más allá de las no paredes del living duerme Terry: otro gringo copado en las últimas. Terry o Cangrejo, como comenzamos a llamarlo una noche tras la humilde observación de Mariano (o pudo haber sido Pitu, no lo recuerdo), es de Nueva Jersey, fortachón, rubio, bronceado, musculoso de ojos celestes; si yo no fuera yo se me estaría cayendo la baba. Todo indicaba que Terry era otro de los amigos drogui-punchi de Juancho pero un día, gracias a Ben, me enteré de que mi prejuicio berreta de había desmoronado. Terry The Crab no era más que un apasionado de la pesca, vegetariano, atleta, abstemio y menos que menos drogui-punchi. Se acostaba a las diez a más tardar y saltaba del colchón con el canto del primer gallo (o con el único de nuestra casa que a mí no hacía más que fastidiarme por las madrugadas). Por las mañanas el pana se calzaba las pata 'e rana, el traje de neoprene y el arpón y salía a pescar. Una tarde cayó a casa con unos pescados maravillosos, se comían con sólo mirarlos. (no era vegui, no comía carne roja no ma') A la noche siguiente cociné la ya mencionada tarta y le ofrecí una porción; él una del pescadito. Fue uno de los platos más ricos que comí en todo el viaje. El filete vuelta y vuelta con oliva y ajo, bien jugoso, ni que me conociera! Ese día le hice las pases n mi mente. Pobre Terry.

Esa misma noche habían aparecido en casa Mario y Patricio; dos viejos amigos de Juancho. Mario, argentino, integrante de una antigua banda en Buenos Aires y rival de truco. Patricio, español bebedor de mate (cruz de malta) y fanático de Las Pelotas.
Todo sigue,
por suerte.






2 comentarios:

Javier Delfino (javoc) dijo...

chehchius te tenía abandonada, stuve de vacaciones de la computadora y ya volví un poco mas vago que antes. Sigue siendo un gusto leerte. Como hablas sobre lso perros, me llegan tus palabras. Abrazo. Javo.

Anónimo dijo...

Checha, como siempre digo, viajar es mágico, nada lo iguala... por otro lado siendo ésta hoy mi tierra al leerte me puedo imaginar perfectamente cada cosa.
Maravilloso!!
besos.. desde latitud cero!!
te quiere
tu hermanota no tan ota je..